Mientras sufría un ataque
cardiaco, el famoso escritor, tecleó la
frase: "Su corazón decidió dejar latir...". Cayó de rodillas frente al
escritorio, con la dignidad del que se niega a ser atrapado por la muerte. Tembloroso
y jadeante se levantó y escribió: "...Pero,
volvió a respirar". Pocos segundos
le tomó recuperar el aliento. Decidió ir a la cocina a beber un poco de
agua y pasar el susto. De repente, sin explicación aparente, letra tras letra, la
última frase se fue borrando de la computadora y su corazón decidió dejar de
latir.
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